Las plantas de tratamiento de aguas residuales son dos tipos de propiedad: particulares y públicas.
Las primeras buscan ser de última generación y de alta eficiencia, de forma que los costos de operación sen mínimos, con personal altamente calificado y poco personal, sistemas muy automatizados, con rápida respuesta a cualquier eventualidad y facilidad para su remplazo y modernización.
Las de tipo público están sujetas a disponibilidad presupuestal, por lo que generalmente no son de tecnología de punta y su eficiencia no es muy alta. Por facilidades laborales se prefieren aquellas poco tecnificadas y que sean operadas por mayor personal no calificado, pero con entrenamiento específico. La disponibilidad de reparaciones y modernización es lenta, sujeta a procedimientos burocráticos y de licitaciones, así como a las limitantes presupuestales.
lunes, 30 de noviembre de 2009
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